miércoles, 9 de julio de 2008

MACONDO: EL PUEBLITO QUE SE HIZO FAMOSO

CAPÍTULO II

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SAN PEDRO MACONDO NONUALCO


EN LAS FALDAS DEL VOLCAN CHINCHONTEPEDC

¿Por qué Macondo?
CIEN AÑOS DE SOLEDAD
Argumento general de la novela:
Cien años de soledad refleja la vida de siete generaciones de la familia Buendía durante cien años a partir de la primera pareja, construida por Úrsula Iguarán y José Arcadio Buendía, que, por ser primos entre sí, viven obsesionados por la maldición de del nacimiento de un hijo con cola de cerdo.
La narración gira en torno a la historia de la familia unida a la del pueblo, hasta tal punto que una y otra surgen y desaparecen al mismo tiempo.
LECTURA ATENTA DE LA OBRA.
Todo ocurre en una pequeña aldea creada por sus habitantes; Macondo.
La historia gira en torno a la familia Buendía y a su pueblo.
A lo largo de la historia vemos un mundo de fantasía y magia alrededor de la familia Buendía y su pueblo. Para ellos todo lo que viene de fuera del pueblo es algo nuevo, diferente, desafiante y excitante, desde una simple lupa hasta una alfombra voladora.
La historia nos muestra el lado más negativo de las personas desde una perspectiva global del pueblo, que viene acompañado de la soledad como castigo a lo vivido. Por ejemplo, el coronel Aureliano Buendía, es un ser legendario. La muerte es su compañera. Su mujer, Remedios, muere después de la boda. Sus diecisiete hijos ilegítimos, mueren todos asesinados, victimas de un atentado sangriento contra la familia. Él mismo, jefe del partido liberal, escapó a catorce atentados, sesenta y tres emboscadas y a un pelotón de fusilamiento. Compartió el común destino solitario de toda la familia, se retiró, y vivió lo que le quedaba de vida de los pescaditos de oro que fabricaba en su taller.
Los dramas son la característica de la novela; los celos de Amaranta a Rebeca; las tragedias y catástrofes creadas por la belleza inhumana de Remedios la bella, la milagrosa riqueza y luego la miseria de Aureliano Segundo… Cada miembro de la familia Buendía agrega su parte de soledad personal a la herencia de José Arcadio, a la vez, reproduce el destino de un antecesor.
La repetición de los nombres principales de familia tienen unas características: Mientras los Aurelianos eran retraídos, pero inteligentes, los José Arcadio eran impulsivos y emprendedores, pero estaban marcados por un destino trágico.
Mientras nacen y mueren los Buendía, Macondo crece, se enriquece, se arruina, y, finalmente, desaparece.
Como en la épica, la muerte del héroe va acompañada de fenómenos extraordinarios. Un ejemplo es durante el entierro de Úrsula que hubo tanto calor que los pájaros desorientados se estrellaban en las paredes y en las ventanas. Otro fenómeno es la nube de mariposas que rodea a Babilonia, y la invasión de hormigas rojas que da lugar a la destrucción definitiva de Macondo.
Es importante destacar la maldición del incesto que Úrsula no dejaba de advertir y que al final se cumplió con el hijo de Amaranta Úrsula y Aureliano, tía y sobrino, que al nacer tuvo cola de cerdo. También cabe destacar la importancia de Melquíades en la familia; éste está al lado de los Aurelianos. Sabía el destino de la familia y lo escribió en unos pergaminos, que no serían descifrados, hasta que pasasen cien años, por Aureliano.
El final de la novela es la trágica manera con la que Gabriel garcía Márquez decidió poner fin a los Buendía y a Macondo; al cola de cerdo se lo comen las hormigas y Arcadio está destinado a morir en el momento de que termine a descifrar los pe4rgaminos centenarios de Melquíades.




Gabriel García Marquez en su libro Cien Años De Soledad narra del pueblecito Macondo que después de estar aislado de la civilización se convierte en un basurero de la tecnología moderna. Alguien llega a vender a Macondo un pedazo de hielo que ha traido desde lo alto de las montañas de Colombia. Lo vende como una magia de la tecnología moderna. Con el tiempo al lado del pueblecito llegan las fábricas y las modernas autopistas que convierten al pueblo en una islas en la gran civilización moderna. El Coronel Buendía y su amnesia que tiene que rotular las cosas a su alrededor en su habitación pues se ha olvidado de todo hasta de su nombre. Parece que mi pueblo se ha convertido en SanPedro Macondo Nonualco. A continuación detallo mis recuerdos de las primeras cosas que la tecnología ha traido a mi pueblito.
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DE LAS PRIMERAS PROSTITUTAS

El adolescente en los pueblos tienen dificultades cuando sus institintos sexuales se despiertan a la edad de 12 a 14 años. Yo oía a mis compañeritos que unos se comenzaban a masturbar, otros introducían su pena en matas de guineo aún otros hacían sexo con marranas, gallinas.

La noticia se regó como pólvora: ¡había llegados las “putas”. ¡. Habían alquilado una casa de esquina en el Barrio de Concepción. Había una cinquera con música.

Fuimos a curiosear: ¡Era Cierto¡, ¡Allí estaban¡, Como el señor cura había permitido esto. Y vimos entrar a uno de nuestro compañeritos entrar y encerrarse en un cuarto con la muchachas. Todo el pueblo lo sabía. ¡Que pecador¡. Pero todos deseábamos estar en vez de el encaramado, pesamos. Si yo entraba se enterarían mis padres. Que terror pensar que lo sabrían. Poco tiempo duró la oportunidad de perder mi virginidad. Se fueron porque no era rentable.

En las fiestas de Febrero llegaban unas que lo hacían en el bordo en el montarrascal. Eran bien baratas. Solo llegan en las fiestas. Los campesinos que suben al pueblo logran.

Hoy con las modernas vías de comunicación los jóvenes vienen a San Salvador a experimentar.

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EL PRIMER CINE DEL PUEBLO..

1955. La familia había heredado una casa amplia en el pueblo que daba de calle a calle. Con un corredor largo. Paredes de adobe de 3 metros de alto. Mi padre para motivar a mis primeros hermanos a iniciarse en la vida ideó comprarles un aparato de proyectar películas.
El Cine Amigo. Pepe se encargaba de la proyección de la películas, mantenimiento del equipo. Marina y Delia: cobraban, atendían el cafetín.

El cine Amigo fue un éxito: Películas de Tarzán con Weismuller . Ustedes Los Ricos, Nosotros los Pobres, Pepe El Toro con Pedro Infante. Las Películas se exhibían los sábado y domingo por la noche. Cuando las películas eran buenas el pueblo se agolpaba a verlas .

Las películas eran de dos o tres rollos. Cuando se estaba exhibiendo había que esperar el cambio del rollo. Mi hermano pepe tenía que retroceder la película y luego cambiarla. Algunas veces la cinta se atoraba y había que cortarla y luego pegarla para luego embobinarla. El día lunes se regresaba la película hasta San Salvador. Allí mismo se recogían las que se iban a proyectar la siguiente semana. Algunas veces se iba a proyectar película a Santa María Ostuma, el pueblo vecino.

El cine quebró cuando los aparatos se acabaron y no se compraron nuevos. El cine estaba a 10 metros de la Alcaldía y se anunciaba por alto parlante la presentación. También se ponía música antes de la proyección. El mambo estaba de moda.
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EL MERCADO

Los primeros americanos que poblaron lo que hoy conocemos como el continente Americano en sus primeras transacciones comerciales usaron el trueque – cambio-.

Ellos cambiaban animales por animales. Mercadería por mercadería. Usaron la semilla de cacao como moneda. La plaza la hacían bajo de árboles frondosos, especialmente el árbol de Ceiba. Creían que el árbol de Ceiba era divino.

Cuando los españoles llegaron y estructuraron los pueblos y ciudades en los parques sembraban un árbol de Ceiba.

En San Pedro Nonualco había uno en lo que hoy es el mercado. Los días de plaza en el pueblo son Domingo, Martes y Jueves. De los 7 cantones vienen las gentes con sus productos a vender: gallinas, pollos, cerdos, vegetales. Al vender, con los recogido en efectivo ellos regresan y compran para la semana. Fósforos, candelas, aceite, gas, sal medicina y todo lo necesario para subsistir.

En un tiempo las mujeres usaban mantos negros para cubrirse del sol. Salían en la tarde del domingo camiones cargados de naranja y fruta que llegaban al mercado Gato Negro a vender las frutas de San Pedro en San Salvador. La fruta era colocada en redes de pita con hojas de guineo para que no se mayugara.


Hoy las cosas han cambiado y los pobladores han tenido que aprender los valores del dólar para hacer sus transacciones comerciales en el pueblo.

El día que hay mas mercado es el Domingo porque la gente viene a su misa católica a cumplir con su devoción y luego hace sus comprados.

Los mecapaleros eran los encargados de transportar las mercaderías






DEPARTAMENTO DE LA PAZ. SAN PEDRO NONUALCO

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EL PRIMER RADIO DE CASA.

El Telégrafo había comprado propiedad esquina opuesta a la Alcaldía. 1954. Se compraron los primeros puebles de sala que teníamos. Don Max Alfaro nos llegó a proponer un radio. Era un radio Philips. Costó cincuenta colones. Se sintonizaba 1, 2 ó 3 emisoras. Las primeras era YSU. Oíamos a Aniceto Porsisoca , cómico. El radio hacía un ruido constante. La fidelidad no era completa. El primer radio lo trajo Don Joaquin Hernández y era pequeño y sintonizaba solo una emisora.

También cuando íbamos a temporar a la Molienda- 1953- íbamos donde un Eustiquio, finca vecina a oír a Chico Tren.Cómico.

Poco a poco siguieron llegando otras marcas: Zenith.

La ondas de la radio habían llegado a San Pedro Nonualco.




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LA PRIMERA TELEVISIÓN EN EL PUEBLO.

Vivíamos en el Telégrafo, pues mi padre era telegrafista. Esto en el centro del pueblo. Llegó la noticia que habían llevado un televisor chiquito donde tía Esperanza. Tío Salvador Valencia lo había traído de San Salvador. No lo puede ver. Solo oí de él. Don Eduardo Salguero trajo uno grande y vivía a dos casas del Telégrafo. No lo podían encender y mi hermano César con el poquito inglés que daban en 7º grado entendió que al apretar On se encendía. El TV. Prendió y el dueño dijo mi hermano era inteligente porque lo había hecho funcionar. Era de marca, tenía patas y ahí comenzamos a ver los programas de T. V. De ahí Don Juan Galvez trajo uno a tres casas del Telégrafo. A las cinco comenzaba la programación e íbamos a sentarnos enfrente del T. V. A esperar que comenzara. Primero ponían música y las pruebas. Los muñequitos eran en Inglés . Nos sentábamos en el suelo. De ahí Don max Alfaro trajo para vender. Desde el atrio de la iglesia íbamos a ver. El TV. De la casa lo trajo César cuando comenzó a trabajar. Desde que comenzaba la programación lo sintonizábamos hasta que terminaba a las 10 P.M. Deseábamos que llegara el siguiente día para ver más. Las primeras marcas que llegaron fuerón: Philip, RCA.
























La Campiña sampedrana


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EL TELÉGRAFO


La casa donde yo nací era donde estaba el Telégrafo. Se alquilaba pues no había terreno propio. Exactamente dos cuadras abajo en la calle principal de donde esta ahora . Mis primeros recuerdos están ligados al Telégrafo. De la Escuela Timoteo Liévano 50 metros como quien va a la Alcaldía estaba la oficina de mis primeros recuerdos. El telegrafista vivía con su familia en la misma casa. Había llamadas de urgencia en la madrugada y a toda hora. Papá Alfredo tenía que estar allí. Había como 10 abonados o sea personas que tenían teléfono en su casa y había que pasarles la llamada: Los Palomo en Tepeyac- Beneficio de café-, la Alcaldía, La Guardia Nacional, Don Lázaro López.

TELECOMUNICACIONES, RADIOCOMUNICACIONES PARA TODO EL MUNDO. Decía el letrero en la oficina del Telégrafo donde en 1957 comenzaba a leer en mi primer grado de primaria. Había un mostrador alto donde los usuarios llegaban y escribían sus telegramas en el esqueleto. Así se le llamaba al formulario para hacer los telegramas. Había un bote con tinta y una pluma para hacer los telegramas. La pluma había que estarla entintando cada dos o tres palabras escritas. Yo ya me podía la tarifa : cada palabra valía 5 centavos. Un telegrama de 5 palabras valía 20 centavos. Sobre el telegrama recibido se ponía en clave estos datos y la hora de recibido el telegrama. Luego mi papá se sentaba a una hora señalada a trasmitir los mensajes del día en la clave Morse.

Uno de los empleados del Telégrafo era el celador. Don Torres era el encargado de vigilar que las líneas metálica donde pasaba la clave Morse estuviera en completa normalidad. Si mi papá no podía trasmitir era porque la línea estaba mala. El celador iba poste por poste entre cafetales y laderas viendo que la línea estuviera mala. Después de las tormentas borrascosas que son frecuentes en invierno en mi pueblo, la líneas quedaba mala. El celador iba a inspeccionarlas. Algunas veces la rama de una árbol había caído sobre la línea y la comunicación se había interrumpido. Cuando una línea estaba mala se intentaba otra salida. Por San Salvador. No les gustaba mucho pasarlas. Papá decía: “ Deme el centro”. Los niños de la escuela que oían me molestaban por esa frase.
























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PRIMERAS MISIONES PROTESTANTES EN SAN PEDRO
Habiendo sido los españoles los descubridores –1492- , conquistadores y colonizadores por más de 300 años de América Latina era de esperarse que introdujeran su religión: Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Así los pobladores de estas lindas tierras después de tener una religión basado en sus conciencias y en la observación de la naturaleza como los mayas e Incas pasaron a adorar a María, los santos y a practicar la nueva religión traída desde Europa.

Las misiones protestantes hacen sus primeros pininos con la llegada de Francisco Penzoti a promover la Biblia en 1892. Uno de los pobladores de los alrededores va a la capital y ve promoviendo la Biblia . La curiosidad le lleva a comprar una Biblia y la trae consigo a Santa María Ostuma -Donde esta la segunda iglesia fundada por los protestantes a nivel nacional- . Al leer la palabra de Dios le llena de vida espiritual y tiene contactos con Don Roberto H. Bender, fundador de la Misión Centroamericana.

El 14 de Julio de 1896 llega a El Salvador el misionero Samuel A. Purdie con la visión de llevar el evangelio a nuestra querida patria. Los dos misionero norteamericanos viajan por el país en las misiones. Una de las puertas abiertas fue el padre de Don Santiago Echegoyén- Ejemplar cristiano evangélico reconocido a nivel nacional, quien había comprado la Biblia en San Salvador.

A principios del siglo XX Don Roberto H. Bender llega, junto a uno de sus primero convertidos que ayudaba en la música: Don Juan Cierra. Don Juan Cierra se enamora de una de las hijas de sus primero convertidos en San Pedro Noualco: María Rodríguez con quien contraen nupcias. Juan Cierra vino a ser uno de los padres de las primeras familias de Fé protestante en El Salvador y en San Pedro: Inés de Cierra. Sus hijos: Inecita, David, Franciscos.

A Dona Inés Rodríguez de Cierra se le hizo en una de la Fiestas Patronales una carroza dedicada al trabajo y la laboriosidad. Toda su vida hizo dulces de miel de abeja. La fe de Doña Inés fue férrea en el evangelio. A pesar de su aislamiento por su fe en los años de persecución el San Pedro donde se quemaron Biblia y tratados, ella murió creyendo en su salvador. En el pueblo ahora has 5 iglesia evangélica y sus pobladores escogen la fe que ellos prefieren libremente.

Las iglesias representadas en San Pedro Nonualco por orden de llegada son : Misión Centroamericana. 1899; Las Asambleas de Dios, 1955;.Más recientemente: Iglesia Adventista, Iglesia Elim., Nuevo Pacto, Tabernáculo Bíblico.
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El PORTILLO















Vista que desde el Portillo se observa al pueblo de Guadalupe, San Vicente.



En los potreros se usa esta palabra. Cuando el ganado ha abierto un Portillo en el potrero. Allí se sale. También se usa como pasadero para gente. Por muchos años esta palabra fue muy usada en el pueblo.

El Portillo es un lugar entre cafetales y es donde esta la frontera entre el pueblo de Guadalupe y San Pedro. También allí esta la división entre el Departamento de San Vicente y el de La ¨Paz . Está a 4 Kilómetros de la alcaldía cuesta arriba entre fincas de café.

Con Eric, mi hijo de 17 años, Mauricio Navarrete, lugareño y José Cortéz, lugareño nos dispusimos a visitar el lugar. Fue un 25 de marzo de 2002.

A medida que avanzábamos la calle se estrechaba y se volvía pedregosa. Llegamos a un empedrado que parecía lo había hecho en el siglo antepasado. Parecía mis dientes de disparejos.

Llegamos a un lugar donde ya no pasaba vehículo. Retrocedía para introducir el vehículo en la entrada de una finca. Pensamos pedir permiso para dejarlo, mientras caminábamos a pie hasta el lugar propuesto.

Gran sorpresa: Encontramos en la casa de campo de cuatro corredores a uno de los ciudadanos de San Pedro respetables. Se trataba de Chentío Galvez. Nos vieron algo raros al principio. Quizá pensaron eramos malvados que los íbamos a secuestrar. Me conocío Chepe Vélez. Dijo: “Este es uno de los Barillas”. Sí correspondí. Y comenzó la plática.

Cuando yo era un niño de 5 años, oía decir que había venido Chentío de San salvador a Vacacionar. El era un adolescente con zapatos tenis y con una pelota de basketball en la mano.

En la plática me dijo había jugado con Chorro de Humo, uno de los mejores basketbolistas de El Salvador en tiempos pasados. Don Chepe Vélez- portorriqueño- de 65 años hizo remembranzas de tiempos pasados en el pueblo. Se acordó del cine de Pepe, mi hermano y que al comienzo de la función Pepe colocaba la bocina de cono enfrente de la enorme casa de adobe. La canción que estaba de moda era el Mambo.

Cuestióné a Chentío. Tiene 60 años y de herencia le dejaron los cafetales enfrente de donde estábamos. Su esposa americana chele. Dos hijos. Me enseñó la foto de sus papá ya fallecinos como de sus hijos.





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EL RODEO- LAS TRES CALLES-

Camino a
Santa María Ostura – a 5 km. De San Pedro Nonualco- se encuentra el lugar llamado EL RODEO. Así llamado porque allí rodearon al Indio Aquino cuando lo apresaron. Asi oí decir en mi infancia. Íbamos a pasear al Rodeo y llegábamos al Beneficio Santa Rosa, donde se encuentra un estanque. Allí nos bañábamos.

En busca del Portillo pasamos con el grupo explorador. En el Rodeo la calle tiene tres opciones: Una para ir a Santa María Ostuma. La de en medio para ir a la mielera. La tercera para ir al Volcancito. Esta vez tomamos la de en medio buscando el lugar del El Portillo. Camino antiguo para llegar a San Pedro cuando se viajaba en Tren, pues no había carretera para vehículo.

Subimos en un vehículo de doble. La calle se adelgazaba hasta ya no poder seguir. Caminamos a pié. Estabamos en la cima de una de la elevaciones de las faldas del Volcán Chinchontepec. Nos dijeron que el Portillo estaba en la otra elevación. Entre los cafetales nos subimos a unos árboles y nos dimos cuenta que estábamos en un lugar precioso. Quebramos unas ramas para poder el elegante Volcán de San Vicente que se elevaba a más de 2000 metros. Pudimos avistar el pueblo de Guadalupe. Aún se avistaba Cojutepeque. Allí en medio de los cafetales sacamos las provisiones y nos almorzamos felices de estar en comunión con la naturaleza. La Panorámica era preci0osda e invitaba la reflexión.

Una tortolita picó al Chacuatete – joven del pueblo que nos acompañaba. El dolor fue intenso. Tortolita es un gusado peludo que con la bellota que uno se le roce quema. El joven tuvo que ir a la unidad de salud. Nos compartió que fue algo horrible. Dolió los sobacos y se le durmió la puenta de la lengua.

De regreso nos dimos que cuenta que para los pobladores es difícil vivir a esa altura pues el agua es escasa. Nos sentamos en una casa de campo desocupada. Los asinto9s eran de descostillo. Descostillos son piezas que sobran cuando asierran árboles.

Una de las cosas que me llamó la atención es que el vehículo tenía tanta fuerza en una calle pedregosa. Se vehí como que era una hormiga cargada de gente.

Nos dijeron que el camino donde andábamos le deci´´an el de los Velásquez. Encontramos a Luis Chaflán- lugareño- quien nos dijo que el Portillo era en la otra falda del Volcán.
Encontramos Flor de Izote muy viejos. Supusimos que estabamos en los linderos de Guadalupe y San Pedro Nonualco.













Vista del Volcán Chinchontepec desde el Portillo. Se pueder observar los desgarramientos de tierra por los terremotos del año 2001. En San Pedro Nonualco fue el epicetro del segundo: 11 de Febrero. Acababán de pasar las fiestas de Jesús.








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LA MOLIENDA.1950




Uno de los cultivos que introdujeron los españoles fue la caña de azúcar. Se cortaron árboles enormes, montañas de vegetación para introducir la caña de azúcar. Este cultivo es de los llamados egoístas porque no permiten otro cultivo junto a ello o sobre ellos. Otros cultivos egoístas son: el maíz, el algodón.

Mi familia había heredado unos cañales y moliendas: Se molía 2 o tres meses. Comenzaban a moler en Champato, luego quitaban el trapiche y lo llevaban a Finca Fidelia. Cuando terminaban pasaban a los Méndez. Alli terminaba la zafra. Estas eran propiedades alrededor de San Pedro Nonualco.

De 3 años me comenzaron a llevar a temporar a la molienda de Méndez. Son días de grata recordación: Dormíamos en el suelo. Se ponía vagazo de caña sobre el suelo y encima poníamos trapos o telas para sobre de ellos dormir. Dormíamos uno junto al otro.Le llamábamos la CAMA ANCHA. Servicio sanitario no había así que teníamos que hacer acurrucados detrás de la casa, teniendo cuidado de no untarse los pies con lo que los anteriores habían depositado. Como no se había inventado el pape higiénicol teníamos que asearnos con hojas secas, palos, piedras. El papel periódicos no abundaba como hoy.

Mi hermana Nely cocinaba unas Panchamas riquísimas. Chorreaba maíz tierno molido en una hoja de guineo junto a dulce de atado molido y manteca , se ponía sobre el comal hasta tostarse. Comíamos en el patio de la casa. Como no había luz eléctrica teníamos que cenar a la 5 P:M, junto a un palo de pito. A la sopa de frijoles le echábamos un chorro de jugo de naranja o limón. Sabían riquísimos.

No nos cambiamos ropa seguido por la falta de agua. Así podían pasar tres día o una semana sin cambiarnos. La ropa se nos hacía negra. También la cara pues por tomar miel de dedo o espuma. Siempre andábamos chorreados de la cara y untados de miel el cuerpo.

La molienda contaba con el trapiche. El molino donde se incrustaba la caña de azúcar. A medida que los 2 bueyes daban vuelta alrededor del molino halando sobre su cabeza el palo grueso que activaba el molino, la caña se inserta en medio de dos enormes piñones que destrozaban la caña o cañas. El jugo caía debajo del molino en un recipiente que unía a un tubo de hierro que conectaba a un canal, bajo tierra y éste llevaba el jugo hasta el perol. Debajo de este perol ardía la leña y el vagazo que hacía arder el jugo hasta convertirse en miel y por último en el atado de dulce.

La molienda también contaba con tres peroles, recipientes de 2 metros de diámetro donde caía el jugo de caña. A medida los bueyes daban vueltas en el trapiche el jugo liba llegando hasta los peroles. Un perol podría tardar dos horas en llenarse. Cuando uno se llenaba el otro comenzaba y así hasta llenar los tres. Los peroles estaban asentados en unos hornos que por bajo ardían al quemarse el bagazo a principio y luego leña rajada o roiza. Me gustaba ir a vigiar cuando el mozo lanzaba la leña al fuego ardiendo pues por la chimenea salía escupido unos fogones llenos de pequeñas brazas que parecían pequeñas estrellitas. El horno tenía un boquete principal donde introducían la leña y dos pequeñas chimeneas que servían como respiraderos. Cuando la perolada estaba en su punto de sacarla los horneros sacaban la leña y dejaban el horno vacío para que el contenido del perol no se arrebatara ni se les pasara de punto. Después se sacaba las cenizas y las braza y se apuñaban al lado de la boca del horno. Al ver el volcán de ceniza parecía que todo estaba en calma pero por dentro estaban encendidas las brazas. Me contaron que un niño metió el pié y se quemó todo. Los adultos corrían a los niños: ¡ Niños vayan por allá!. ¡ No ven que esto quema!.

Los tres peroles y los hornos estaban sobre techo. Una alta casa de tejas los cubrían. Enfrente de los peroles estaban los moldes donde se vaciaba la miel o perolada. Se usaba un canal ancho donde la cabeza era más ancha. Allí depositaba la miel que el mozo había extraído del perol con la miel ardiendo. El otro mozo inclinaba el canal a otro recipiente de madera que tenía ruedas. Allí batían la miel con un paleta grande de madera hasta tener el punto deseado. Al llegar al punto, el
recibiente tenía una compuerta que se abría para derramar la miel sobre los moldes que tenían la forma de atado. La miel se endurecía y a las 24 horas vaciaban los moldes con golpes. Los atados de dulce los llevaban a otra casa de teja donde estaban las mujeres que envolvía uniedo dos lajas para hacer un atado. Los envolvían con tusas – hojas que envuelve el fruto del maíz-. Luego los amarraban con pitas de tule. Las bestias se encargaban de llevar la mercadería al pueblo donde se comerciaba.

La carreta era parte esencial de la molienda. Consistía en dos enormes ruedas calzadas con unos aros de acero. Sobre las ruedas descasaba la cama donde se colocaba la caña de azúcar que los mozos cortaban con machete. Los mozos cortaban la caña y la tiraban al suelo. Allí se hacía un volcán de caña. De ahí la recogían en manojos y la colocaban en la carreta que la transportaba hasta el trapiche para ser triturada. La carreta era tirada por dos enormes bueyes. Después de la faena los bueyes eran llevados a aguar y luego al potrero donde descansaban hasta el día siguiente que los enyugaban

El 8 de abril de 2002 visitamos a Tobía López en residencia a 4 kiómetros del pueblo. El trabajó por años en la Molienda de los López y nos compartió más datos sobre La Molienda:

Siembra de la caña. Se prepara la tierra con tres pasadas o fierros. Se escoge la semilla. Se cortan cutucos incluyendo tronco y punta de tres cuartas cada cutuco. El mozo tira cutucos en el surco. Viene otro mozo tapando con tierra y colocando bien la semilla. Al mes de sembrado ya aparece los hijos. Que salen de la yema. Luego se bota la borda del surquiado.

Después de sembrada la semilla tarda de 10 a 12
Meses la maduración y esta lista para su corte.

¡Ahí esta el bergazo!, expresó Tobías, siguiendo explicándonos el proceso de la Molienda.El mozó corta la vara de la caña alás del suelo y la punta. La tarea del mozó era cortar caña para una perolada y se le pagaba colón la tarea. Una carretada era para una perolada.

Otro mozo era el que acarreaba la caña con la carreta con la yunta de bueyes. Su tarea era llevarla al trapiche donde se amontonaba. El mismo mozo manejaba los animales.

Otro mozointroducía la caña a la trituradoras una por una. El trapiche podía triturar hasta 10 cañas a la vez.

Un mozo se encargaba de traer yunta de bueyes y los enyugaba. Del montón de caña que se había cortado se traía hasta la estaca del trapiche. Teniendo los bueyes enyugados y el montón de caña lista, se aseguraba que todo estuviere lilmpio y listo .

Comenzaba el mozo a arrear los bueyes que iban en un camino alrededor del trapiche. Pasaban dos o tres horas dando vueltas.
Al comenzar a dar vueltas la yunta el mozo comenzaba a introducir la caña entre los dos piñones. El otro trabajador llena lal estaca con la caña faltante y bota el bagazo.

Cuando se han llenado los peroles: El hornero enciende el fuego y sigue alimentando el fuego con leña o bagazo. El puntero limpia la miel hasta darle punto. En el proceso sale la miel de mesa, para batido, del dedo, para pilón. El sacatrapo es el trabajador que acarrea el agua , asea los moldes, hace pelotas de bagazo para el fuego.

El puntero tiene que estar de acuerdo con el hornero. El puntero selecciona la caña, tiene que ver con la calidad del dulce a obtener.Paño es la playa del perol.


Se usa el pascon que es un huacal con un palo largo con hoyos que se usa para sacar espuma.

El puntero mete su dedos en lal miel hirviendo. En un segudo trae sus dedos a un huacal con agua. Aquí se enfria la miel y el puntero puede saber que punto tiene la miel.


Cuando la perolada ya esta de punto el hornero quita inmediatamente el fuego. Se volca el contenido al batellón donde se bate hasta tener el cuajo necesario. Se preparan los moldes y luego se vacía la miel a los moldes mientras el batellón con ruedas se va empujando.El batellón tiene una compuerta donde sale la miel al molde de madera que tiene unos 50 o 100 hoyos para llenarse con miel que luego se endura.Entonces el molde se volteha hacia la tierra y con golpes cae el atado de dulce al suelo donde se ha puesto un cholchon de bagazo.

Se unían dos lajas para formar atado que se envolvía con tusas de maíz se amarraban con mecate de plátano.

Luego era cargar el macho con la carga y llevarla al pueblo donde se comerciaba. Un atado de dulce valía 15 centavos en 1959.

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LOS CAFETALES

La plantación del café la introdujo el general Gerardo Barrios en 1850. Antes lo que se sembraba era el añil en El Salvador. Desde entonces las partes altas del país – 700 a 2000 metros sobre el nivel del mar- se ha sembrado y resembrado. San Pedro Nonualco esta a 640 metros sobre el nivel del mar y fue plantado con el grano de oro. La siembra era obligatoria. Era la salvación económica de nuestro país entonces como ahora la maquila, el turismo y la emigración de mano de obra a Los Estados Unidos de Norte Améca.

Desde niño me llevaron a pepenar a los cafetales- recoger el grano que cae de la mata de café que llega elevarse a tres metros con sus ramales. A mediodía recogíamos chiriviscos y hojas secas para hacer el fuego donde calentábamos las tortillas y la comida. Con hambre se sentía rica los alimentos. Los mosquitos y los zancudos nos hacían difícil la vida, pero teníamos que recoger la pepena, pues ésta la usaba mamá para hacer el café que se consumía todo el año. Cuando la pepena llegaba a casa en sacos de mescal la derramábamos en la acera de la casa para que se secara. Estos varios días hasta que el grano estuviera completamente seco y poderlo poner en el tabanco de donde lo bajábamos cuando se fuera consumiendo en el transcurso del año.

Mi familia heredó varias manzanas de cafetal. Algunas veces le hice de cortador. Luego de caporal: tenía que dar los surcos a los trabajadores y exigirles que recogieran los granos de café maduro que caían cuando ellos cortaban. En la tarde les recibía y pesaba lo que habían cortado y se apuntaba. Luego en la yegua Maribel cargaba el café y lo iba a entregar a la agencia de café. Allí llegaban los camiones que llevaban la cosecha de café a Zacatecoluca. Allí estaba uno de los beneficios. El día sábado les pagábamos. Los guardianes dela finca era su deber ayudarnos a la recolección del café.

Nosotros cortábamos la primera semana de noviembre según si la floración había sido temprana o tarde. El café nuestro era considerado como bajío por la altura en que estaba sembrado. El de mejor calidad es el de estrictamente altura.

Todos los campesinos del pueblo se van a las cortas de café. Es cuando pueden hacer sus ahorro y comprar el estreno para navidad. Algunos se hacen de grabadoras, radios . Cuando la cosecha esta buena y los precios internacionales, también algunos, pueden comprar su bestia y hasta su pedacito de terreno.

Cuando la fiesta de Jesús esta alegre es cuando ha habido buena cosecha. La fiesta de Jesús se lleva a cabo el 5 y 6 de Febrero. Vienen las ruedas, las dulceras, los historiantes, los viejos, la banda. El dinero maldito de Albeto Masferrer también se derrocha en las calles cuando los campesinos botan su sudor de su la temporada en licor.

Para recolectar la cosecha de café se usaban sacos de henequen. Los pedíamos a la agencia. Venía nuevecitos y rotulados con la agencia donde entregábamos. Las pitas con que amarrábamos los sacos eran de pitas de henequén. Cuando el saco quedaba llenísimo le hacíamos un amarre que le decíamos de rosita. Los mozos alzaban los sacos llenos de café hasta sus lomos y caminaban hasta los camiones donde depositaban la carga.

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MALAGACHUPA.

Cuando yo era un niño de 10 años- 1960-, recuerdo que sobrevolaba una avioneta nuestro pueblo natal: San Pedro Nonualco. La avioneta era piloteada por un sampedrano: Miguel Díaz Orellana, Nos visitaba y hacía piruetas sobre nuestro pueblo. Recuerdo que íbamos al bordo – predio baldío- , donde esta la unidad de salud ahora. El piloto hacía como que se iba a estrellar contra nosotros. Desconectaba la avioneta . Volvía a subir. Los niños mirones salíamos huyendo.

En una de sus visitas el piloto, hijo del Dr. De la Farmacia, llegó en su avioneta a visitar a sus paisanos. El tiempo no era favorable. Se avecinaba una Tormenta borrascosa .En uno de sus intento de salvarse fue a quedar enredado en unos árboles de la famosa hondonada de la MALAGACHUPA.Faldas del volcán Chinchontepec. Como pudo se bajó del árbol. La noticia fue como reguera de pólvora en el pueblo. Los niños, jóvenes subieron al volcancito a ver lo sucedió. Mi hermano me trajo un pedacito de avión lo cual guardé, pues para mi era un reliquia. ¡Nunca había visto un pedacito de avión.¡.

Uno de los lugares a explorar era LA MALAGACHUPA. El 25 de febrero de 2002 nos dispusimos a ir a investigar este precioso lugar: José María López, ex diputado del Depto. De La Paz; Jesús Manzanares, Director de la Casa de La Cultura; Enrique Barillas, pastor evangélico; Raúl Barillas, empresario y Nelson Alvarado, dueño del vehículo que nos conducía y cafetalero del pueblo.

El pueblo está a 700 metros sobre el nivel del mar. Había que subir sobre las faldas del volcán de San Vicente – 2000 metros sobre el nivel del mar-. En las faldas del Volcán están unos cerros que los lugareños le llamamos el Volcancito, la Montañita. Ubicados en los cantones de San Ramón, El Roble y la Carbonera. Jurisdicción de San Pedro Nonualco

Llevábamos un pick up de doble y comenzamos a subir. A medida que subíamos nuestro querido pequeño pueblo se empequeñecía y podíamos observar una panorámica preciosa de las serranías. Fuimos identificando algunas fincas de café de parientes y amigos del lugar. El aire se sentía más fresco. La calle se hacía más estrecha. Un árbol caído se interpuso. Había peñas y lajas en el camino. Ya no pudimos transitar. El terremoto del 13 de Febrero de 2001 había tenido su epicentro en sus alrededores y había arruinado la calle. Tuvimos que dejar el vehículo estacionado. Caminamos a pie platicando del lo bello del lugar y las localizaciones de los lugares avistados: Zacatecoluca, San Juan Nonualco, Santiago Nonualco, San Rafael Obrajuelo, El mar y el estero de Jaltepeque.

Oimos cantar los pajaritos cercanamente, cortamos unas varas de Chimichaca y recordamos en nuestra infancia se usaba esta vara para hacer lunas, piscuchas para volarlas en el mes de octubre cuando los niños del pueblo hacíamos competencia a quien volaba más alto su cometa. Por su parecido creimos la Chimichaca era pariente de la vara de bambú.

Nos saboreamos una merienda al son del calto de los pájaros y la vegetación de altura que invitaba a no descender. De regreso a la mitad del volcancito había una bifurcación de la calle y volvimos un un camino nuevo: El Roble- San Ramón. Pasamos por la Luz finca cafetalera y como el dueño nos acompañaba pasamos al casco de la finca donde bebimos agua de coco y fuimos bien atendidos. Allí en el casco de la finca encontramos el tren de aterrizaje de la avioneta que se había enredado en los árboles.

Pensamos regresar con cámara y accesorios de exploración y bajar a la propia barranca de la MLAGACHUPA, donde la leyenda dice que CHUPA.
























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RIO JIBOA


La palabra Jiboa es de origen indígena y la usaron para nombrar la gran planicie en las faldas del Volcán Chinchontepec, donde 150 familias procedentes de Europa fundaron San Vicente de Austria y Lorenzana. Esta planicie se conoce en el ámbito nacional como el valle de Jiboa.

También los indígenas la usaron para nombrar el río que se origina en la desembocadura del lago de Ilopango. Lago de 150 Km.2 que también es un cráter de volcán que hizo erupción hace miles de años. El río Jiboa traza su curse entre colinas formando la cuenca que se profundiza hasta llegar al mar del sur o sea el océano Pacífico. En su tránsito hacia el mar toca las márgenes de la región Nonualca.

El paseo de Semana Santa era el ir en bestia o en carreta a bañarse a las pozas del ronrón, la mecazala. Están a solo 8 kilómetros del centro del pueblo. Hoy llega vehículo hasta su rivera. Al otro lado del río está San Juan y San Miguel Tepezontes.

El agua es clara en verano, en invierno toma el color de tierra por las constantes tormentas que caen en la zona. Son tributarios del rio varias quebradas que que se originan en el volcán de San Vicente.La gente del lugar saca camarón de río y pescados pequeños.

Al ir a bañar a Jiboa es de un día. Cuando se planeaba ir al mar era de una semana. El mar en el que temporábamos era los blancos y las hojas. Cruzábamos el Jibóa cerca del mar. El mar esta a solo 30 kilómetros. Para hacer este viaje salían de madrugada para llegar a acampar por la tarde en las orillas del mar. Mis recuerdos son vagos para estos viajes.
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SAN JUAN NAHUISTEPEC


Así se llama uno de los cantones de San Pedro. También el cerro que se abulta antes de llegar al pueblo. La punta del cerro está a 500 metros sobre el nivel del mar. La primera carretera para vehículos que se hizo subía al cerro y bajaba. En invierno las aguas lluvias bajaban jugueteando bajando por unos canales naturales en la panza del cerro. Cuando el viajero transitaba en el bus podía disfrutar de estas mini cataratas.

Cuando terminé mi noveno grado hice promesa a Dios que si no dejaba materia haría una caminata desde el pueblo hasta el desvío. 15 kilómetros. Pase sobre Nahuistepec. Tambien cuando estudiaba octavo grado pasé con la antorcha de Libertad que llevamos con los alumnos de Plan Básico hasta el centro del pueblo. Recogimos la mecha en la pavimentada y la llevamos en relevo. Fue un 15 de Septiembre de 1964.

Este cerro es candidato a hacer erupción si el magma se le antojara romper el penacho.

1 comentario:

Chimbolito de Champato dijo...

Tiene buenas historias de San Pedro Nosotros ivamos a vender maiz para la temporada de cafe y me gustaba ir a tomar chocolate con torta de vainilla al mercado.
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